El 7 de abril de 1948, tras la Segunda Guerra Mundial se crea la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el propósito de alcanzar el grado más alto posible de salud para todos los pueblos. En el mismo año se proclama la Declaración de los Derechos Humanos con el objetivo de avanzar hacia la construcción de Estados que reconocieran, protegieran y garantizaran condiciones de dignidad para sus habitantes.
Cada año se conmemora esta fecha como el Día Mundial de la
Salud y la OMS elige un lema que permite destacar alguna temática para que sea
visualizada “Construyendo un mundo más justo y saludable” fue elegido para
2021.
En los últimos años, las campañas de la OMS han trabajado
para fomentar que la sanidad llegue a todos los rincones del planeta,
posibilitando que las personas puedan tener la atención sanitaria cuando lo
necesitan en el seno de su comunidad, que no tengan que desplazarse largas
distancias para obtenerla, y que sea asequible para las familias.
A pesar de ello, muchas personas y especialmente grupos
vulnerables siguen sin tener acceso a una atención sanitaria de calidad.
Algunos niños, niñas y adolescentes pueden vivir una vida más saludable y
tienen mejor acceso a la salud que otras, debido a las condiciones desiguales
en que nacen, crecen, viven y se educan.
La pandemia que atravesamos ha puesto en evidencia y
exacerbado las condiciones de desigualdad particularmente en aquellos sectores
de más vulnerabilidad.
En todo el mundo, la inequidad socio-económica y el poco o nulo acceso a entornos seguro de
agua y aire limpio, seguridad alimentaria y servicios de salud conduce a un
sufrimiento innecesario, enfermedades evitables y una muerte prematura.
La contaminación causa la muerte de una manera
desproporcionadamente mayor en los niños /niñas y sobre todo en aquellos más
pobres y vulnerables. Los factores socioeconómicos y la pobreza tienen
claramente una fuerte relación con condiciones ambientales extremas y afectan
la salud de manera importante. Los
grupos de alto riesgo generalmente están relacionados con el desarrollo
ambiental no sustentable: asentamientos en zonas contaminadas, infraestructura
sanitaria y viviendas inadecuadas, deficiente acceso a la salud, inseguridad en
los alimentos, exposición a químicos y la inadecuada disposición de residuos.
Las peores situaciones ambientales son sufridas por los grupos que se
encuentran en situación de pobreza y con pérdida de contención social. En el
curso del último siglo, la urbanización ha conducido a concentrar la mitad de
la población mundial en ciudades. En los países en desarrollo esto se ha
generado en base a infraestructuras sin servicios básicos de saneamiento.
Nuestro mundo es desigual y esto no solo es injusto: se
puede prevenir
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