El Bullying o acoso escolar es la forma de comportarse o dirigirse a otra persona ya sea de forma verbal o física, causando un daño temporal o permanente en la víctima. Es un tipo de hostigamiento reiterativo de una o más personas hacia sus semejantes, en los cuales la persona sufre de amenazas, intimidación, manipulación e inclusive, agresiones físicas.
Cuando un niño o adolescente es agredido de manera verbal o
física comienza a mostrar una serie de comportamientos bastantes
característicos como un bajo rendimiento escolar, síntomas de depresión, baja
autoestima y en el peor de los casos, el deseo de atentar contra su vida.
De acuerdo a estudios realizados por UNICEF, se sabe que un
alto porcentaje de los niños en todo el mundo sufre de acoso escolar. Uno de
cada tres, es víctima de este mal social.
Se cree erróneamente que cuando un niño es víctima de
maltrato, esto lo hará más fuerte, pudiendo enfrentar circunstancias más
difíciles en su vida adulta y nada más alejado de la realidad. Estos niños y
jóvenes, una vez que crecen, son personas inseguras, a las que les costará
poder tener una vida sana para relacionarse con otras personas, ya sea en el
trabajo o a la hora de formar una familia.
- Cambiá los datos de la configuración de privacidad. Compartí sólo con amigos o de forma privada.
- Bloqueá y eliminá los contactos que envíen mensajes de acoso.
- Denunciá a la persona que esté realizando bullying.
- Hablá con tus padres, familiares o docentes sobre el acoso, para que estén al tanto y puedan denunciarlo.
- Dirigite a las autoridades, en caso de presentarse situaciones que amenacen tu integridad o tu vida o de cualquier niño o joven.
- Es importante que guardes evidencias del acoso, como fotos, videos o textos, que puedan servir para denunciar al agresor.
- Alejate por un tiempo, si es necesario, de las redes sociales.
- Y recordá que NO ES TU CULPA que alguien te acose.
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